Añadimos un poco de atmósfera
Para que un restaurante, bar o cafetería se conviertan en nuestro sitio favorito, no solo deben ofrecer platos magníficos o bebidas maravillosas. El diseño y el esquema de iluminación utilizado pueden contribuir en gran medida a que el local suba muchos enteros en nuestra escala de preferencias. El motivo es que la luz es el elemento de diseño que mejor pone de relieve cualquier espacio. Además, crea atmósfera, dirige las miradas y, mediante la elección del tono y la intensidad de luz adecuados, permite que nos sintamos realmente a gusto en un determinado lugar. Conviene tener en cuenta que las distintas luminarias deben estar adaptadas entre sí perfectamente, también en cuanto al diseño. Porque las finas diferencias en cuanto a material y tamaño permiten introducir matices interesantes que dan a cada sala un toque netamente personal. Por cierto: para ver si un esquema de iluminación se adapta totalmente a nuestros deseos, podemos comprobarlo previamente con un modelo de planificación en 3D.
¿Cómo introducir notas emocionantes?
LAS TRES PREGUNTAS MÁS IMPORTANTES / 1
Sea cual sea el estilo –desde industrial minimalista hasta retro chic juguetón–, la puesta en escena de un bar depende de qué lámparas nos gustaría ver cuando estamos sentados en la barra. Por eso la forma, el material y el tamaño de cada lámpara deben estar perfectamente adaptados a las sensaciones que el local desea transmitir. Y la luminaria debe poder combinarse con otras con total flexibilidad. El mejor ejemplo es la colección MIRRO, cuya superficie metálica especular es sumamente adecuada para bares y restaurantes de estilo joven y excepcional.
¿Cómo crear atmósfera?
LAS TRES PREGUNTAS MÁS IMPORTANTES / 2
Una luz demasiado brillante y directa está fuera de lugar en un bar o restaurante. Este tipo de locales requieren una iluminación discreta e indirecta. Las mesas pueden iluminarse puntualmente con una mayor brillantez –utilizando, por ejemplo, lámparas colgantes– para poner los platos aún más de relieve. Un magnífico elemento extra para cualquier esquema lumínico: un atenuador que permite cambiar inmediatamente de 2700 K, el tono de luz óptimo para una cena, a 3000 K, la temperatura de color perfecta para disfrutar de un desayuno agradable. Y si nos parece que los clientes podrían querer juntarse un poco más, podemos seleccionar un tono de 2200 K para obtener un efecto de iluminación de velas increíblemente auténtico.
¿Que tono de luz hace sentirse más a gusto a los clientes?
LAS TRES PREGUNTAS MÁS IMPORTANTES / 3
Independientemente de lo minimalista que sea el diseño de un bar o restaurante, el ambiente luminoso –resultante, en primer lugar, de la temperatura de color y de la reproducción cromática de la iluminación, y en segundo lugar del juego de luces y sombras– debe ser siempre cálido y acogedor. Como si alguien desde el interior nos gritara: «¡He, entra aquí!». Por eso, los esquemas de iluminación empleados en espacios de este tipo utilizan con frecuencia una luz blanca cálida, emitida generalmente por una mezcla de luces con tonos de 2700 a 3000 K.
Habel am Reichstag, Berlin
PROYECTO | ESTUDIO DE DISEÑO: 6VORNE
El Habel puede describirse como un restaurante situado en la mejor ubicación posible, y sin ninguna exageración. Porque este local –increíble pero cierto– se encuentra a solo 5 minutos andando del Reichstag berlinés, sede del Parlamento alemán. Es por eso que su nómina de clientes es sorprendente, e incluye políticos de primer nivel, artistas y conocidas personalidades del mundo del deporte. Y desde hace muchos años, porque el restaurante Habel es toda una institución en Berlín. Por eso, el estudio de diseño 6vorne dio un sofisticado ‘lavado de cara’ a este restaurante recientemente. «El mayor desafío consistió seguramente en preservar la tradición de un restaurante tan antiguo», relata Murat Top, encargado de la dirección de este proyecto. «Aun así debíamos introducir un concepto nuevo, ya que el local, en su situación en ese momento, ya no funcionaba tan bien. Eso se debía en primer lugar a la división inadecuada de los espacios, pero también a la existencia de un esquema de iluminación mal planificado que constaba de lámparas de pie y bombillas tipo vela». La altura de la sala, de casi cinco metros, supuso un problema adicional para la planificación luminotécnica, ya que eso hacía prácticamente imposible la colocación de focos de techo. «Debíamos dar con otra alternativa distinta», señala Top. «Por eso decidimos usar las paredes como punto de partida de la iluminación. Las lámparas de techo utilizadas tienen solo fines decorativos».
Un esquema que ha demostrado ser eficaz y que confiere al restaurante Habel un aspecto totalmente novedoso y moderno. Como elementos principales, la afiligranada WIRO y la esbelta DOCUS, que acentúan la zona de la barra con tonos dorados y cobrizos. En las paredes, DOCUS wall, que emite una luz ambiental discreta e indirecta y dota a la sala de una atmósfera cálida y agradable.